28.6.07

Coloquio "Richard Rorty: ciencia, lenguaje y esperanza social"

Richard Rorty pertenece a esa especie de pensadores productivamente provocadores a los que la(s) historia(s) de la(s) filosofía(s) nunca logrará(n) concederles suficiente reconocimiento a todo lo que han legado creativamente al oficio filosófico.

En su momento uno de los más originales lectores de la filosofía analítica y la filosofía del lenguaje -¿alguien ha olvidado su The Linguistic Turn Essays in Philosophical Method?, ha ido interpretando la tradición pragmatista hasta derivar en lo que no pocos ya acogieron, la cultura postfilosófica sustentada en un neopragmatismo antiesencialista.

Si se nos demandara indicar algunos de sus logros más importantes, en ese mismo camino del ímpetu creativo y la briosa ironía, acaso sea pertinente pensar en tres esfuerzos suyos como los más notables. Primero, en esa forma de entretejer una serie de argumentaciones habitualmente ancladas en los fueros de los así llamados continentales y anglosajones. Rorty encarna aquél (meta)filósofo que ha logrado inventar un díalogo iluminador entre interlocutores tales como Wittgenstein, Platón, Brandom, Peirce, Kant, Darwin, Sellars, James, Nietzsche, Davidson, Foucault, Quine, Derrida, Dewey, Carnap, Heidegger, Freud, McDowell, Hegel, Wrigth, Nietzsche, entre otros.

Segundo. Persuadido por las intuiciones de Wittgenstein, Quine y Gadamer, Rorty nos ha dado pistas espléndidas para imaginar el fin de (un tipo de) Epistemología –con mayúsculas. Desde Philosophy and The Mirror of Nature hasta Objectivity, Relativism, and Truth, pasando por Truth and Progress, él nos ha mostrado que lo que une a Descartes, Locke y Kant con la así llamada filosofía analítica es el modelo epistémico representacionista, es decir, la peculiar doctrina según la cual conocer es reproducir una imagen de lo exterior en algún lugar de nuestro cuerpo, el conocimiento es el espéculo proyectado en nuestra mente. Un pragmatismo holista, perspectivista, y vigorizado en términos lingüísticos es la imagen que Rorty propone después de la muerte de la epistemología.

Tercero. Rorty ha logrado afianzar una cultura antiesencialista (Consequences of Pragmatism: Essays, 1972-1980), haciendo inteligible una forma-de-vida sin dicotomías para, acto seguido, sugerir que en el negocio filosófico demos al traste con muchos pseudoproblemas y perturbaciones lingüísticas (por ejemplo, las presuntas diferencias entre realismo y antirrealismo, u objetividad y subjetividad), y, sustituyamos las preguntas relativas a la realidad de la mente y del lenguaje por interrogantes del tipo de si esta o aquella comunidad es libre y abierta, o por la de si somos lo adecuadamente sensibles a los forasteros que poseen padecimientos o imágenes disímiles sobre lo que hay o lo que debe ser.

Rorty ha fallecido a los 75 años el viernes 8 de junio del presente año. Sobre esto han escrito profusamente en las últimas semanas J. Achenbach, H. Gumbrecht, J. Habermas, , C. Sartwell, S. McLemee, S. Metcalf, D. Swanson. El Comité Directivo de Diaporein, con el apoyo del Vicerrectorado Académico de la UNMSM llevará a cabo el viernes 13 de julio, a las 18:00 horas en el Auditorio principal de la Facultad de Letras, el Conversatorio qua homenaje reflexivo “Richard Rorty: ciencia, lenguaje y esperanza social”. Participan: Miguel Ángel Huamán Villavicencio, José Carlos Ballón Vargas, Zenón Depaz Toledo, Antonio Ramirez Victorio y Alan Pisconte Quispe.