Transcribimos una post del Presidente del Comité Directivo de nuestro Grupo, Antonio Ramirez-Victorio (blog), en torno al más reciente evento del Instituto de Investigaciones Humanísticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos:
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Los Encuentros de Jóvenes Investigadores: a propósito de iniciativa de Jorge Valenzuela
Una de las pocas buenas cosas que ha dejado –de hecho y en nuestras memorias- la infausta “gestión” de la señora Martha Barriga en la decanatura de la Facultad de Letras de la Universidad Mayor de este país, viene representado por todo lo que constituye un buen trabajo en el Instituto de Investigaciones Humanísticas que, afortunadamente, tiene a la cabeza al profesor Jorge Valenzuela Garcés, destacado literato. Lo ejemplifico con la inauguración de algo que sentimos no pocos debe de una vez por todas articularse en una tradición. Estoy pensando en el Encuentro de Jóvenes Investigadores que muy bien ha venido organizando hasta el momento. Ya se llevó a cabo el Encuentro de Jóvenes Investigadores en Filosofía; ayer se clausuró el que convocó a jóvenes lingüistas y en los próximos días se hará lo propio con los adscritos a la Escuela de Literatura de la UNMSM y de las demás. Aunque no se puede aseverar con justicia que el relativo a Filosofía contó con excelentes ponencias –menos que hubo pluralidad de temáticas- o que todos los miembros de la Comisión Organizadora tenían virtudes para lo propio, se comprenderá que fue el momento experimental. No se puede, desde luego, tener la misma idea respecto de lo que aconteció hace dos días; me refiero al I Encuentro de Jóvenes Investigadores en Lingüística. En lo que respecta a los contenidos, de lejos debo destacar lo que fue un consenso entre quienes tenemos un interés teórico, epistémico y multidisciplinar que la ponencia del investigador del INVEL, regular colaborador del Grupo Diaporein y amigo de críticas implacables, Rolando Rocha Martínez fue la mejor -inclusive, esto parece que también vale para sus críticas a otras exposiciones (o ensayos de ponencia). En lo que respecta a la organización, no se puede soslayar la participación de Raymundo Casas Navarro, Manuel Conde Marco y, por supuesto, la del profesor ya mencionado.
Estoy seguro que el próximo Encuentro será todavía aun mejor y confío en que el II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Filosofía –que tiene como Presidente Ejecutivo al profesor Saul Rengifo Vela- será realmente superior al primero.
Vayan pues las felicitaciones al Director del Instituto de Investigaciones Humanísticas, Jorge Valenzuela.
Otro dato de sumo valor es el que ayer huiera de reconfirmarme el profesor Valenzuela: la inminente publicación del número especial de la revista Letras por sus 50 años. Ella es editada por el mencionado. Otras felicitaciones.
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Los Encuentros de Jóvenes Investigadores: a propósito de iniciativa de Jorge Valenzuela
Una de las pocas buenas cosas que ha dejado –de hecho y en nuestras memorias- la infausta “gestión” de la señora Martha Barriga en la decanatura de la Facultad de Letras de la Universidad Mayor de este país, viene representado por todo lo que constituye un buen trabajo en el Instituto de Investigaciones Humanísticas que, afortunadamente, tiene a la cabeza al profesor Jorge Valenzuela Garcés, destacado literato. Lo ejemplifico con la inauguración de algo que sentimos no pocos debe de una vez por todas articularse en una tradición. Estoy pensando en el Encuentro de Jóvenes Investigadores que muy bien ha venido organizando hasta el momento. Ya se llevó a cabo el Encuentro de Jóvenes Investigadores en Filosofía; ayer se clausuró el que convocó a jóvenes lingüistas y en los próximos días se hará lo propio con los adscritos a la Escuela de Literatura de la UNMSM y de las demás. Aunque no se puede aseverar con justicia que el relativo a Filosofía contó con excelentes ponencias –menos que hubo pluralidad de temáticas- o que todos los miembros de la Comisión Organizadora tenían virtudes para lo propio, se comprenderá que fue el momento experimental. No se puede, desde luego, tener la misma idea respecto de lo que aconteció hace dos días; me refiero al I Encuentro de Jóvenes Investigadores en Lingüística. En lo que respecta a los contenidos, de lejos debo destacar lo que fue un consenso entre quienes tenemos un interés teórico, epistémico y multidisciplinar que la ponencia del investigador del INVEL, regular colaborador del Grupo Diaporein y amigo de críticas implacables, Rolando Rocha Martínez fue la mejor -inclusive, esto parece que también vale para sus críticas a otras exposiciones (o ensayos de ponencia). En lo que respecta a la organización, no se puede soslayar la participación de Raymundo Casas Navarro, Manuel Conde Marco y, por supuesto, la del profesor ya mencionado.
Estoy seguro que el próximo Encuentro será todavía aun mejor y confío en que el II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Filosofía –que tiene como Presidente Ejecutivo al profesor Saul Rengifo Vela- será realmente superior al primero.
Vayan pues las felicitaciones al Director del Instituto de Investigaciones Humanísticas, Jorge Valenzuela.
Otro dato de sumo valor es el que ayer huiera de reconfirmarme el profesor Valenzuela: la inminente publicación del número especial de la revista Letras por sus 50 años. Ella es editada por el mencionado. Otras felicitaciones.
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